“Mi primer casco me lo regalaron en mi bautizo”

Adrián Rodríguez

2006, Guadalajara

#1, MiniGP 110

 

 

A Adrián Rodríguez le costó un poco arrancar con las motos. Al principio su historia se parecía a la de muchos niños que reciben de bien jovencitos una moto como regalo de Reyes y desde entonces no se pueden bajar de las dos ruedas. Es más, Adrián recibió su primer casco en su bautizo, con solo seis meses. Después llegó su primera minimoto, cuando tenía tres años, pero su padre únicamente le enseñó a llevarla. Y ya.

Así hasta los seis años, cuando los padres de Adri descubrieron una escuela en su provincia y le llevaron para que entrenara. De ahí a la Cuna de Campeones con siete años la temporada pasada en la categoría de Minimotos y este año, debido a su estatura, corre en MiniGP 110 tanto en la Cuna de Campeones como en el campeonato de Castilla y León.

Adrián Rodríguez en sus inicios
Adrián Rodríguez en sus inicios

“La afición me viene de familia”, reconoce Adrián, cuyos padres decidieron unirse a la Cuna de Campeones porque les hablaron “muy bien de este campeonato, de su seriedad y del gran nivel que había”. “En este campeonato destacamos la igualdad de condiciones para todos los pilotos, la organización con la que se trabaja y lo bonito que es ver a todos los pilotos con la moto e indumentaria igual. También destacamos lo bien que lo pasamos tanto niños como padres debido a la gran familia que se llega a hacer”, continúan sus padres.

Adri disfruta mucho los fines de semana de carreras. Aparte de la propia acción en la pista y la competición contra tantos pilotos de tanto nivel, lo que más le gusta es “después del gran trabajo y esfuerzo hecho montando en moto, cuando los sábados finalizamos los libres y podemos disfrutar con muchísimos grandes amigos que allí he hecho de tantas partes diferentes de toda España”.

Muchas veces sorprende la madurez con la que hablan muchos de los pilotos, la mayoría de ocho, nueve o diez años. A Adri le preguntamos qué espera de esta temporada y responde con claridad: “espero aprender muchísimo de los grandes pilotos que tiene este campeonato en esta nueva categoría y dar el máximo de mí, pero sobre todo aprender mucho para el año que viene poder estar luchando arriba”.

Este joven piloto manchego, que guarda como un trofeo el casco firmado por Marc Márquez el día antes de proclamarse campeón del mundo en MotoGP, no se olvida de todos los que le han ayudado a llegar donde está. “Quiero dar las gracias a mis padres por lo que hacen por mí, ya que sin ellos nada de mi sueño sería posible, a mi escuela de motociclismo 111 con mis profes Sergio y Mario, que tantísimo me hacen aprender, y a todos mis patrocinadores que este año me están ayudando a que pueda completar los campeonatos y seguir cumpliendo mi sueño: Dolce Vita, Ayuntamiento de Tórtola de Henares, Lopalgu, Taborbus, Quatro, Origen Motor, Quatro gastrolounge, Motos Bahia, Quorum asesores, Motos AC, Tec Sport”. Dicho queda.

“A los diez minutos de ir en moto le dolía la mano de acelerar”

Marco García

2007, Madrid

#8, Minimotos

 

“La primera vez que Marco montó en una moto tenía 4 años. Desde que empezó a andar sus juegos favoritos tenían ruedas. Unos amigos nos comentaron que había un sitio donde los niños montaban en moto, y allí nos presentamos una mañana. A los diez minutos decidió que le dolía mucho la mano de acelerar”. No todos los inicios fueron fáciles, ni siquiera para Marco García, uno de los pilotos becados en Minimotos esta temporada.

Marco García, piloto de la Cuna de Campeones
Marco García, piloto de la Cuna de Campeones

Por suerte, la historia continúa. “Marco decidió  volver a intentarlo y a la media hora le preguntó al monitor que cuándo iba a rozar con la rodilla. Desde entonces no se ha vuelto a bajar de la moto, desde que empezó nuestra andadura en KSB Sport Madrid y con Charlie de monitor”, recuerda su familia.

Con cinco años ganó su primera carrera en minimotos, con seis fue subcampeón de Madrid y de Castilla y León mientras participaba en la Liga Española de Motociclismo, y con siete años empezó a buscar nuevos retos. “En el 2014 Marco seguía disfrutando con las motos y cada vez más le gustaba participar en carreras. Decidimos buscar un campeonato donde hubiera una óptima calidad y cantidad de pilotos, donde Marco pudiera disfrutar de su deporte favorito y a la vez le sirviera de  aprendizaje”, confirma la familia de Marco.

“La semibeca le permitió vivir una gran experiencia”

“Le apuntamos a las pruebas de selección para la Cuna de Campeones para conocer más de cerca el campeonato. No solo nos gustó, sino que además Marco consiguió una semibeca que le permitió durante toda la temporada pelearse con grandes pilotos, vivir alegrías y varios pódium, también disgustos y decepciones mecánicas, y terminar el año con una gran experiencia vivida”, relatan quienes mejor le conocen.

No fue para nada un mal año: terminó quinto de la Cuna de Campeones, por detrás de pilotos muy buenos como José Antonio Rueda, Roberto García, Ángel Piqueras o Hugo Millán. Todos ellos pasaron a MiniGP 110 por lo que Marco se quedaba como uno de los principales rivales a batir esta temporada.

Marco García, piloto de la Cuna de Campeones
Marco García, piloto de la Cuna de Campeones

Este madrileño de ocho años lo demostró con creces el día de las pruebas de selección: “en el 2015 no teníamos ninguna duda, repetimos experiencia y Marco consiguió el primer puesto en las pruebas de selección de las becas para la categoría de minimotos, así que volvemos a participar en la Cuna de Campeones”.

Por ahora, en las dos primeras citas de la temporada se ha llevado dos poles, tres vueltas rápidas y cuatro victorias. “¿Qué expectativas tenemos para este año? ¡¡¡¡Todas!!!! Queremos conseguir un gran puesto y sobre todo seguir disfrutando y aprendiendo”, reconoce la familia de Marco. ¡Suerte!

Por suerte, Fenton no se cayó

Fenton Harrison Seabright

2002, Alicante

#24, MiniGP 140

 

La madre de Fenton intentó quitárselo de la cabeza con la primera moto que tuvo este piloto británico: “si te caes, vendo la moto”. Por suerte, Fenton no se cayó, o al menos eso parece, porque este año participa en la Cuna de Campeones, en la categoría MiniGP 140.

Fenton Harrison Seabright, piloto de la Cuna de Campeones
Fenton Harrison Seabright, piloto de la Cuna de Campeones

“Me llamo Fenton Harrison y tengo doce años. Mi primera moto la tuve con cinco años y este enero me subí por primera vez a una MiniGP”, explica Fenton cuando se le pregunta por sus inicios en el mundo del motociclismo.

La carrera de Sevilla, la primera del año, supuso su debut sobre una MiniGP 140 y aunque tenía enfrente a más de veinte rivales, la mayoría de ellos experimentados, el británico logró llevar la moto hasta la meta en la segunda manga en la duodécima posición.

En Móra d’Ebre, su progresión siguió en aumento y se quedó a un paso del top 10 al terminar undécimo las dos mangas. Desde entonces también ha subido a lo más alto del podio en el campeonato murciano.

Fenton, que agradece el apoyo de su familia, que le acompaña a las carreras, y de su mecánico Samuel, eligió la Cuna de Campeones porque le gustan “la velocidad y la competición, conocer pilotos nuevos y lo organizada que está la Cuna”. A este joven piloto británico también le gustaría entrar entre los diez primeros. ¿Lo conseguirá?

“En la Cuna de Campeones hay igualdad y mucho nivel”

Luis Miguel Verdugo

2004, Cuenca

#25, MiniGP 140

 

Lo mejor para conocer cómo es la Cuna de Campeones es preguntar a los pilotos que participan en ella. Luis Miguel Verdugo tiene clara su opinión: “decidimos ir a la Cuna porque un amigo nos lo aconsejó y allí vimos que corrían pilotos con mucho más nivel que en otros campeonatos. También nos gusta por la igualdad”.

Luis Miguel Verdugo en parrilla con todo su equipo
Luis Miguel Verdugo en parrilla con todo su equipo

Luismi tiene 10 años pero lleva tres compitiendo y seis sobre una moto. Aprendió antes a ir en moto que en bici, según nos explican sus padres, que fueron quienes le inculcaron la afición por las motos, ya que ambos montaban en moto y rodaban en circuitos.

Ahora él ha crecido y se plantea objetivos ambiciosos. “Esta temporada voy a luchar por el campeonato de Castilla león e intentaré quedar lo más adelante posible en la Cuna de Campeones, pero lo que más quiero es coger experiencia, puesto que es mi primer año en la categoría MiniGP 140”, destaca.

“Lo que más me gusta de un fin de semana de carreras son las carreras en sí. Se pasan muchos nervios pero siento algo que otras cosas no me transmiten, ¡es espectacular! También me divierto mucho con los compañeros”, reconoce Luismi.

Luis Miguel Verdugo junto con Iván Sierra
Luis Miguel Verdugo junto con Iván Sierra

Este manchego, a pesar de su juventud, guarda ya grandes recuerdos relacionados con el motociclismo, como las veces en las que coincidió con sus paisanos mundialistas. “Es curioso, pero un fin de semana coincidí con Álvaro Bautista y me felicitó, me dijo que le gustaba mi estilo de pilotaje. Otro día coincidí con Julito Simón y me dijo lo mismo”.

Antes de acabar, Luismi quiere aprovechar para agradecer a los que están siendo sus pilares en el mundo de las motos: “quiero dar las gracias a mi patrocinador Construcciones Torremo y también a mi equipo Maxxigas”.

El ‘Pichu’ llega desde Colombia a la Cuna de Campeones

Nicolás Hernández

2002, Colombia / Madrid

#44, MiniGP 140

“Hola, mi nombre es Nicolás Hernández, tengo 12 años y llevo dos años montando en moto en España”. Como carta de presentación no está nada mal, ¿no? Esta es la historia de un joven colombiano que empezó en el motociclismo en su país con una moto que le regaló su padre y que, cuando llegó a España, siguió su progresión desde el principio, con una minimoto 4,2.

Nicolás se subió por primera vez a una moto con cinco años, por las calles de su barrio en Colombia y, cuando llegó a España, veía en Youtube las carreras de la Cuna de Campeones. “Me llamaban mucho la atención y quería participar en la Cuna, pero lo que pasa es que vivíamos en Madrid y no podíamos acudir a Valencia. Llevo desde entonces dos años montando en moto en escuelas de Madrid, he participado en diversos campeonatos pero ahora estoy muy contento de pertenecer a la Cuna y espero dar todo de mí. Me encanta el nivel que tiene la Cuna de Campeones”, detalla Nicolás.

Por desgracia, una lesión de clavícula le tiene apartado de la pista por ahora. “No pude participar en  la segunda carrera, ya que participé en la primera lesionado aún  y me lastimé”, reconoce Nicolás.

Nicolás Hernández en su primera carrera de la Cuna de Campeones
Nicolás Hernández en su primera carrera de la Cuna de Campeones

Mientras se recupera de la lesión, Nicolás mantiene fijos sus objetivos para este año: “esta temporada trataré de avanzar  pero soy consciente de que es difícil, ya que la primera carrera solo pude quedar duodécimo  y en la segunda no participé, así que esta difícil ya que hay un gran nivel, pero daré todo de mí y con el apoyo de mi familia lograremos  dejar marca positiva en este campeonato. Cada fin de semana de carreras es especial para mí, deseo que amanezca pronto para montar mi moto, me encanta competir”.

Nicolás no quiere perder la oportunidad de dar las gracias a todos los que le han apoyado en su carrera. “Quiero darle las gracias a mi padre, a mi familia, a todos los amigos que me apoyan y a los que quiero decirles que dejaré en alto mi país, ya que estamos tratando de que seamos más niños colombianos los que lleguemos lejos en este deporte. Quiero dar las gracias a la Cuna de Campeones por darme la oportunidad y a mis profesores, desde el primero que me ha apoyado hasta el que actualmente  me acompaña. Pero sobre todo quiero acordarme, muy especialmente, de mi hermanito, que Dios se lo llevó al cielo hace unos meses, y estoy seguro que desde allí me cuida y me protege, es mi ángel”, explica, no sin antes recordar que “The Pichu 44 está presente a tope… gas, gas, gas”.

Mónica Sánchez, la única fémina de la Cuna

Mónica Sánchez

2006, Almería

#2, MiniGP 110

 

Mónica Sánchez es una de las nuevas incorporaciones a la Cuna de Campeones y, aunque no quiere hacer de ello una distinción, la única chica que forma parte de la Cuna esta temporada, después de varios años con varias féminas como Beatriz Neila, Rocío Gómez o Paqui Herráez. Esta joven almeriense, con ocho años de edad y dos de experiencia sobre una moto, va creciendo poco a poco en el motociclismo y corre este año en la Cuna porque, según ella, se trata de un campeonato “con mucho nivel y muy serio”.

En la carrera de Móra d’Ebre, Mónica ya sumó un duodécimo puesto como mejor resultado en una categoría, la de MiniGP 110, de las más igualadas. Pero el resultado no es su principal objetivo. “Quiero coger experiencia, correr en moto y coincidir con mis amigos en los diferentes circuitos en los que corre la Cuna de Campeones”, explica.

Mónica Sánchez, piloto de la Cuna de Campeones
Mónica Sánchez, piloto de la Cuna de Campeones

Mónica todavía guarda en la memoria el momento del debut, el de su primera carrera. “Mi primera carrera la viví con muchos nervios, pero me fue mejor de lo que esperábamos y aprendí de los fallos que tuve, que fueron unos pocos, como por ejemplo en la salida y en los adelantamientos. También recuerdo con cariño mi primer podio, que fue en Cartagena en la categoría minimotos 6.2, con un tercer puesto. El día más feliz de mi vida”, reconoce.

La afición, como a casi todos, le viene de casa, en su caso de su padre, a quien acompañaba a las carreras. De ahí pasó a estrenarse con una moto de cross, luego con una Minimoto con la que hizo sus primeras carreras de velocidad… y ahora con la MiniGP 110 se enfrenta a otros diecisiete rivales, todos ellos chicos. Pero nunca ha tenido problemas en correr contra ellos y una vez se baja la visera sólo piensa ¡en dar gas!

La Cuna de Campeones como regalo de comunión

David Izquierdo

2003, Cáceres

#19, MiniGP 140

 

¿Cómo llega alguien de Almaraz, provincia de Cáceres, hasta la escuela de motociclismo del Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo? Por un regalo de comunión. Así empieza la historia de David Izquierdo con la Cuna de Campeones, hace ya un par de años, ahora que empieza su tercera temporada. “Mi padre empezó a mirar en internet escuelas donde podría ir, vio algunos vídeos de la Cuna y le gustó bastante. Me lo propusieron el primer año como regalo de comunión, fueron a informarse desde Extremadura a Valencia, hablaron con Julián Miralles y él les animó a que lo intentara”, detalla David.

A los Izquierdo les gustó la Cuna “porque veían que era donde más podía aprender ya que es el campeonato de mayor nivel en las categorías en las que se compite. Destaca mucho la competitividad que los niños tenemos en pista y el compañerismo que tenemos fuera de ella”, según explica David.

David Izquierdo en una carrera de la Cuna de Campeones
David Izquierdo en una carrera de la Cuna de Campeones

Su relación con las motos, sin embargo, se remonta a hace casi una década, cuando empezó a montar en una minimoto con tan solo tres años como afición. David llevaba ya las motos en la sangre: “Mis abuelos, mis tíos y hasta mis padres han tenido y tienen moto, pero sólo como afición. Desde muy chiquitín mi padre me adaptó unos ruedines en una moto y me encantaba salir a montar, a partir de ahí empecé poco a poco pero nunca compitiendo. Mi padre fue el que me animó a que empezara a competir porque veía que podía hacer mucho más aprendiendo en alguna escuela”.

Los comienzos, pese a toda la ilusión, fueron duros. “Mi primera carrera, en la primera temporada, fue en Albaida (Valencia) en el 2013. El sábado salí a los entrenos con toda la ilusión del mundo, era mi primer contacto con moto de marchas, con otros niños en pista y primera vez que pisaba un circuito. Tuve un valor enorme y mucho coraje al salir a pista con niños que llevaban compitiendo años”, destaca David.

“A pesar de todo mi esfuerzo la organización de la Cuna habló con mis padres y conmigo y nos aconsejó que no hiciera la carrera del domingo ya que podía ser peligroso para mí y para los demás niños. La verdad es que nos decepcionamos en un principio muchísimo pero comprendimos que era lo mejor por mi seguridad. Después de dos temporadas y la que tenemos por delante puedo decir que he aprendido, y seguiré aprendiendo muchísimo de aquellos compañeros con los que en un principio no pude competir y ahora estoy ahí con todos ellos luchando por ser de los primeros”, añade el piloto extremeño.

Preguntado por qué es lo mejor de los fines de semana de carrera, David lo tiene claro: “sobre todo, lo bien que lo pasamos a pesar de que haya algunos momentos de tensión. Hay buen ambiente en general y mucho compañerismo entre niños y padres. Además, de cada carrera aprendemos”.

Ese es uno de sus principales objetivos para esta temporada 2015, seguir aprendiendo en este mundo complicado. “Además, espero poco a poco subir e irme acercando a los más rápidos, pero sobre todo disfrutar de cada experiencia porque cada carrera es única”, ha añadido.

David Izquierdo, en parrilla
David Izquierdo, en parrilla

¿Y a quién se debe que haya llegado hasta aquí? ¿Quiénes han estado junto a él todo este tiempo? “Quiero aprovechar para dar las gracias a todos los que están apoyándome para que este sueño se pueda hacer realidad, principalmente a mi familia: mi hermana, mis abuelos, mis tíos, mis primos,… porque su apoyo y su fuerza es todo para mí. Además, quiero acordarme en especial de esas personas que están siempre ahí, son mis profesores, mis maestros, mis mecánicos, quienes me echan la bronca y me elogian los méritos y quienes se llevan los mayores disgustos, pero que por encima de todo son mis padres”, reconoce David.

La tercera generación de los Fuertes llega a la pista

Álvaro Fuertes

2007, Valencia

#6, Minimotos

Álvaro Fuertes, con su padre Sergio en el podio del CEV
Álvaro Fuertes, con su padre Sergio en el podio del CEV

Álvaro Fuertes tenía que ser motero, sí o sí. Teniendo en casa a su padre, Sergio Fuertes, que llegó a correr más de 40 carreras del Mundial de Superbikes, no tenía otra opción. Es más, puede presumir de ser uno de los pilotos que ha subido al podio más joven: con solo cinco meses, en el Campeonato de España de Velocidad, acompañó a su padre en el cajón en la carrera del Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo.

Álvaro aún esperaría hasta los tres años para subirse a una minimoto y a una Derbi de cross con las que dar sus primeros giros, y cuatro años después ya debutó en competición. Esta temporada se ha unido a la Cuna de Campeones, un campeonato que para su padre “es una escuela, y esperamos que lo siga por muchos años. Yo en cierto modo también he pasado por la escuela de Julián , él ha formado parte de grandes momentos de mi carrera deportiva y tengo mucho que agradecerle. Me gusta que Álvaro también forme parte de esta familia”.

Este joven piloto valenciano coincide con muchos compañeros de parrilla a la hora de valorar qué es lo más positivo de los fines de semana de carreras. “Lo que más le gusta de los fines de semana de las carreras es juntarse con sus compañeros, amigos y rivales en pista, y pasar el fin de semana con la familia fuera de casa”, reconoce su familia, quien agradece a Kike Bañuls y KSB Valencia su labor con Álvaro.

Álvaro Fuertes con su padre, Sergio, antes de un entrenamiento
Álvaro Fuertes con su padre, Sergio, antes de un entrenamiento

“Álvaro se lo pasa genial en la Cuna de Campeones, en KSB y allá donde esté montando en moto. A mí me gusta verle evolucionar y siempre es una satisfacción cuando baja de la moto con una sonrisa”, explica su padre.

“El motociclismo es un deporte muy difícil y no sé si algún día llegará a algo en este mundo, pero es un deporte y una afición que llevamos en la sangre toda la familia”, admite. No en vano, en la Cuna de Campeones coinciden tres generaciones de los Fuertes, todos con el motociclismo en los genes.

Álex Reina, el benjamín de la Cuna

Álex Reina

2009, Guadalajara

#55, Minimotos

 

La Cuna de Campeones está llena de futuros pilotos, la mayoría jóvenes y algunos muy jóvenes. El más pequeño de todos es Álex Reina, el benjamín, el único nacido en 2009. Con solo seis años, Álex ya compite con otra treintena de pilotos en Minimotos. Este es su primer año de competición, pero como en la mayoría de casos, no significa que sea la primera ocasión en la que se sube a la moto.

 

Álex empezó en las motos con tan solo dos años. Antes ya apuntaba maneras y se intentaba subir a todas las motos que veía, incluso les pedía a sus padres poder subirse y acelerarlas. Ahí lo vieron claro: “le gustaba muchísimo por lo que en cuanto cumplió los dos añitos decidimos apuntarle a una escuela y ahí empezó todo”, relata su familia, una familia de moteros que incluye hasta a su abuelo materno Nino, que ya hacía de joven sus pinitos con Ángel Nieto”.
Álex, un niño muy risueño que siempre se está riendo , tiene un carácter especial: según explican sus padres, es muy meticuloso con todo lo que hace y muy perfeccionista, si algo no le sale a la primera lo intenta y lo intenta y no para hasta que todo le sale como él quiere y a él le gusta. ¡Y a ver quién le dice que no puede ir a entrenar!

 

Álex Reina, piloto de la Cuna de Campeones
Álex Reina, piloto de la Cuna de Campeones

La descripción prosigue: “es un niño rápido con mucha cabeza y es muy inteligente sabe aprovechar bien lo que aprende es una esponja y no se conforma, quiere más y más… Para su corta edad tiene una cabecita muy bien amueblada y sabe muy bien lo que hace y cómo lo hace, pero sobre todo lo que más queremos es que se divierta haciendo lo que le gusta”.

 

Y los días más divertidos son los días de carreras. Ahí toda la familia disfruta, y más Álex. “Lo mejor es ver la sonrisa de mi hijo cuando se sube a su moto y ver que cuando se bajan todos de la moto son amigos, fuera de rivalidades. Es digno de ver y dan ejemplo siendo tan solo unos niños”, reconocen.

 

“¿Ves? ¡Te lo dije!”

Pese a todo, hay algún rasgo de Álex que pone nerviosos a sus padres. “Nos impresiona de él su capacidad para aprenderse un circuito, pero a su padre lo vuelve loco con la moto, es súper meticuloso con la moto y sabe lo que le pasa a su moto con tan solo escuchar el sonido. Una cosa que recordamos siempre es cómo en una carrera con tan solo cinco años le dijo a su padre: ‘esta moto suena rara’ y efectivamente fue perdiendo piezas según avanzaban las vueltas pero él siguió hasta sin el tubo de escape”, recuerda entre risas su madre, “hasta cruzar la meta. Con su sonrisa, cuando paró miró a su padre y le dijo: ‘¿Ves? ¡Te lo dije!’”.

 

Preguntados sobre por qué eligieron la Cuna de Campeones para que Álex empezara a dar sus primeros pasos en competición sobre dos ruedas, sus padres lo tienen claro: “Nosotros decidimos unirnos a la Cuna porque a día de hoy pensamos que es el campeonato más serio que hay, donde podemos tener la seguridad de que nuestro hijo compite con todas las garantías tanto en seguridad como con una organización responsable y coherente. Somos conscientes de que en este mundo hay mucho aprovechado y a nosotros, si algo nos gusta de la Cuna, es su seriedad y entrega para con los pilotos”, relatan.

 

Álex Reina, piloto de la Cuna de Campeones
Álex Reina, piloto de la Cuna de Campeones

Por todas estas razones apostaron por un campeonato en el que esperan que Álex adquiera experiencia. “Tan solo tiene 6 años recién cumplidos y aún tiene mucho que aprender, pero aun así nos está sorprendiendo ya que está entre los diez primeros en algunas carreras, en Móra d’Ebre quedó sexto”, detallan.

 

Álex también tiene claro que para llegar hasta aquí ha necesitado la ayuda de patrocinadores, profesores y familia y no se olvida de ellos: “por supuesto nos gustaría agradecer a sus cuatro abuelos lo mucho que lo ayudan en todos los aspectos.  Son muy especiales para él, siempre lo han apoyado. También queremos acordarnos de su escuela Madrid Motociclismo 111, donde tanto le ayudan con sus consejos y preocupándose en cada carrera, y de sus compañeros y amigos de la escuela de motos  que tanto lo animan y lo aconsejan”.

Pedro Acosta, con el 34 de Kevin Schwantz

Pedro Acosta Sánchez

2004, Murcia

#34, MiniGP 110

 

Pedro Acosta llegó a las motos casi de casualidad. A pesar de que su padre es un fanático y le gusta participar en rodadas en circuitos, Pedro nunca había demostrado ningún interés. Hasta que sus padres vieron a unos niños montando en moto en la parte superior del trazado de Cartagena y fueron a preguntar. “Dimos por hecho que a él no le iba a gustar, pero mira por donde ya llevamos más de cuatro años en este mundo. Nos unimos a la escuela de Leal Racing, en la que Pedro sigue preparándose para las carreras”, explica su familia.

Pedro Acosta celebra una victoria en la Cuna de Campeones

Desde entonces, desde que tenía seis años, Pedro ha ido adentrándose poco a poco en este mundillo y llegó el año pasado a la Cuna de Campeones. “Nos unimos a la Cuna de Campeones por las referencias que teníamos de otros compañeros y hemos repetido dado el nivel que hay en este campeonato, la igualdad entre pilotos y la cantidad de pilotos que participan en él. Estamos convencidos de que en este momento es el campeonato con más nivel y más pilotos y en el cual podemos aprender mucho”, destacan sus padres.

Pedro tiene claro que quiere crecer poco a poco e ir dando pasos en su formación. Si el año pasado terminó sexto de la categoría de MiniGP 110, el objetivo para esta temporada es evidente: “entrar entre los cinco primeros”. Por ahora está cumpliendo con creces la meta que se marca su familia ya que es líder destacado de la general, con 28 puntos de ventaja sobre Ángel Piqueras pasado el primer tercio del campeonato.

Pero la Cuna de Campeones no son solo carreras. “De los fines de semana le gusta competir, que es su pasión, pero además la convivencia con todos sus compañeros, ya que la rivalidad se queda dentro de la pista”, resalta su familia, la misma que rememora uno de los mejores recuerdos de Pedro en el motociclismo.

“Uno de los mejores recuerdos que guarda es de cuando se proclamó subcampeón de España, el primer gran logro que consiguió, y le entregó su diploma Marc Márquez, su ídolo en las motos siempre después de Kevin Schwantz«, por quien luce el dorsal 34 en su carenado. Sigan a este piloto… si pueden, porque va muy rápido y dará mucho que hablar.